I.E”NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO”
Chiclayo-Perú
Integrantes:
·
Burga Vásquez Lyzbeth
·
Bustamante Rodríguez Estefany
·
Cabanillas Custodio Angie
·
Cano horna Daniella
·
Chimoy Paredes Jossely
·
Chozo Céliz Brigitte
Profesora:
·
Dora Elías Martínez
Grado:
·
2º
Sección:
·
“B”
2013
LA PESCA MILAGROSA
Lucas 5, 1-11
En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la Palabra de Dios, estaba Él a la orilla del lago Genesaret; y vio dos barcas que estaban junto a la orilla. Los pescadores habían bajado de ellas, y lavaban las redes.
Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar».
Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes». Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse. Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían. Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador». Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado. Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde ahora serás pescador de hombres». Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron.
En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la Palabra de Dios, estaba Él a la orilla del lago Genesaret; y vio dos barcas que estaban junto a la orilla. Los pescadores habían bajado de ellas, y lavaban las redes.
Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar».
Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes». Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse. Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían. Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador». Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado. Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde ahora serás pescador de hombres». Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron.
Reflexión:
El Evangelio de hoy nos transmite con claridad dos ejemplos de generosidad. El más claro y evidente es el de Jesús. Sin embargo, el testimonio de Pedro, no es menos elocuente (capacidad de hablar en forma fluida). Tras una noche de bregar (trabajar con esfuerzo), de fatigarse inútilmente, regresa a la orilla cansado, sin frutos y, con un olor a fracaso. Él, que era un experto, que conocía el mar de Galilea, que se había dedicado siempre a la pesca, regresaba con las redes vacías. ¡Cuántas veces nos descubrimos otros «Pedros» en nuestras propias vidas! No vemos los frutos. Nos sentimos cansados. La ilusión se desvanece. La generosidad de Cristo nos invita a volver al agua, a tirar las redes de nuevo, a confiar en su Palabra.
Pedro lo hizo. Tuvo fe. Confió. Fue generoso. Dio ese “extra” en un momento no fácil. Lo que menos deseaba era seguir pescando aquella noche. Si Pedro fue generoso, Jesús lo fue mucho más. Al volver a la orilla, no podían con las redes que estaban rebosantes de peces. Sí, Dios bendice la generosidad. A Dios le agrada que confiemos. Que este Evangelio sea un estímulo para volver al agua de nuestra vida ordinaria, para tirar de nuevo las redes y confiar en su Palabra. Él, tarde o temprano, bendecirá nuestras fatigas y nuestros desvelos en busca de la verdadera pesca, la búsqueda de la santidad como cristianos.
El Evangelio de hoy nos transmite con claridad dos ejemplos de generosidad. El más claro y evidente es el de Jesús. Sin embargo, el testimonio de Pedro, no es menos elocuente (capacidad de hablar en forma fluida). Tras una noche de bregar (trabajar con esfuerzo), de fatigarse inútilmente, regresa a la orilla cansado, sin frutos y, con un olor a fracaso. Él, que era un experto, que conocía el mar de Galilea, que se había dedicado siempre a la pesca, regresaba con las redes vacías. ¡Cuántas veces nos descubrimos otros «Pedros» en nuestras propias vidas! No vemos los frutos. Nos sentimos cansados. La ilusión se desvanece. La generosidad de Cristo nos invita a volver al agua, a tirar las redes de nuevo, a confiar en su Palabra.
Pedro lo hizo. Tuvo fe. Confió. Fue generoso. Dio ese “extra” en un momento no fácil. Lo que menos deseaba era seguir pescando aquella noche. Si Pedro fue generoso, Jesús lo fue mucho más. Al volver a la orilla, no podían con las redes que estaban rebosantes de peces. Sí, Dios bendice la generosidad. A Dios le agrada que confiemos. Que este Evangelio sea un estímulo para volver al agua de nuestra vida ordinaria, para tirar de nuevo las redes y confiar en su Palabra. Él, tarde o temprano, bendecirá nuestras fatigas y nuestros desvelos en busca de la verdadera pesca, la búsqueda de la santidad como cristianos.
La pesca milagrosa-relato
Jesús caminaba por la
orilla del mar de Galilea cuando vio a los pescadores lavando sus cestas en la
playa.
Jesús le dijo a Pedro:
Lleva la barca a la parte honda del lago y lanza las redes para pescar.
Pedro le dijo: Maestro, toda
la noche estuvimos trabajando muy duro...
... y no pescamos nada.
Pero si tu lo mandas, volveré
a echar las redes.
Hicieron lo que Jesús les dijo y fueron tantos
los pescados que recogieron que las redes estaban a punto de romperse
Entonces hicieron señas a los
compañeros de otra barca para que fueran enseguida a ayudarlos. Eran tantos los
pescados que, entre todos, llenaron dos barcas. ¡Jesús había hecho un milagro
maravilloso!
Importancia del pescado en los tiempos de Jesús
De la importancia del
sector de la pesca en la economía del mar de Galilea dan cuenta los nombres de
topónimos, muchos de ellos con referencia a este sector. Betsaida, la población
que los estudiosos discuten si fue una o fueron dos, significa aldea o casa (bet) de pescadores (saidan).
Tariquea, la población que muchos estudiosos de hoy identifican con Magdala
(erróneamente, según hemos visto en otro artículo), significa “lugar de
conservación del pescado”. De hecho, al mar de Galilea, en tiempos de Jesús, también
se le llama “mar de las tariqueas”, pues tenían fama mundial los productos
derivados de la desecación del pescado producidos en el lago.
El territorio judío
apenas tenía salida al mar. El mar muerto no era apto para la pesca, y de la
extensa franja de Gaza y la costa mediterránea hasta Fenicia, ninguno de los
puertos pesqueros importantes permanecieron bajo influencia judía por mucho
tiempo. De Gaza Maiumas, Antedón, Ascalón, Asdod Paralios, Jamnia Paralios,
Jope, Apolonia Sozusa, Cesarea Marítima y Dora, tan sólo Jope se puede
considerar un puerto judío, pues en el resto sus habitantes son casi todos
griegos o gentiles. Por ello, en Jerusalén, la llamada puerta de los Peces (Neh
3,3) era llamada así porque solía ser el lugar donde los mercaderes fenicios de
Tiro y la costa fenicia solían vender su producto.
Todo esto provocó que
el mar de Galilea, el pequeño lago de agua dulce de la región, se convirtiera
en un centro industrial de la pesca de gran importancia para el mundo judío,
pues se prefería el pescado capturado por pescadores judíos, que se garantizaba
que cumpliría con los preceptos rabínicos de pureza alimentaria y evitaría los
peces llamados impuros, frente al pescado por los pescadores gentiles. Sin
embargo, el hecho de la existencia de la puerta de los Peces en Jerusalén como
lugar de emplazamiento de los pescadores tirios supone que la pesca del mar de
Galilea no proporcionaba todas las capturas necesarias para abastecer a
Galilea, Judea, Perea y el resto de territorios bajo influencia judía, y los
habitantes de Jerusalén tuvieran que aceptar el consumo de peces provenientes
de ciudades gentiles.
Relación de Jesús con la pesca
Jesús
tuvo un conocimiento personal de la vida de los pescadores galileos, como puede
verse en Mateo 7 9-10:
“¿Quién de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide
un pez, le dará una serpiente? “
Esta referencia a la
piedra y la serpiente parecen sacadas de la experiencia cotidiana de los
pescadores, ya que simboliza la frustración de una decepcionante captura. A
menudo sucede que en lugar de pescado aparecen en la red en su mayoría piedras,
y puede incluso que, junto con el pescado, la red capture alguna serpiente de
agua, que son muy comunes en el lago. Nos podemos imaginar a Jesús y sus
seguidores, llevando sus paquetes de pan y de sardinas encurtidas, apreciando
estas referencias a una realidad que conocían tan bien.
PREGUNTAS:
1. ¿por qué
lo llamaban el mar de las tariques al mar de galilea?
Porque tenían fama mundial en los productos derivados de la desecación de pescado producidos en el lago.
2. ¿porqué de
todos los puertos, solo se le considera a jope, un puerto?
Porque en el resto, sus habitantes son casi todos griegos y gentiles.
3. ¿porque en
Jerusalén había un puerto que se llamaba puerto de los peces?
Porque solis ser el lugar donde los mercaderes fenicios de tiro y la costa fenecía solían vender su producto.
4. ¿de
cuantas maneras se podía hacer el pescado?
Asado, a la brasa, picado, cocinado, con huevo, con leche.
5. ¿El
pescador, aparte de ser muy sano? ¿Que más nos ofrecía?
El aceite del pescado se usaba como combustible para lámparas y como medicina.
6. ¿En que se
convirtió el mar de galilea?
En un centro industrial de la pesca, gran importancia para el pueblo judío.
7. ¿A ti que
reflexión te dio la parábola de la pesca milagrosa?
...
microtouch solo titanium - TITanium Art
ResponderEliminarmicrotouch everquest titanium solo titanium trim reviews titanium. This beautiful titanium bar stock piece snow peak titanium of the artwork is produced by TITanium Art that shows the $43.95 titanium wheels · In stock